REGALOS INESPERADOS
“Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día. Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable; no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas.” 2 Corintios 4: 16 – 18 Hace ocho días murió de cáncer mi amiga Martica Jaramillo, ella era mi mano derecha en todo lo de mis libros. Una amistad que nació entre correcciones, diagramaciones y ediciones. Una mujer entregada al Señor de forma absoluta y que lo amó hasta su último aliento. Siempre vi su fe en el Señor mientras luchaba con su enfermedad, en su rostro se veía un gozo y una paz absoluta. Una confianza en el Señor obtenida en el rigor de esta batalla y quizás en medio de muchas preguntas, de negaciones y de grandes momentos de incertidumbre. Porque si algo sé e