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Mostrando entradas de abril, 2017

CUANDO DIOS NOS ENFRENTA CON NUESTROS IGUALES (Choque de Trenes) Por Adriana Patricia

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C UANDO D IOS N OS E NFRENTA C ON N UESTROS I GUALES Choque de trenes “Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él un mes de días. Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me has de servir de balde? Declárame que será tu salario” Génesis 29: 14 – 15. Jacob emprendió su viaje directo a las circunstancias que Dios le tenía deparadas para tratar con él. Y llegó a casa de su tío Labán. Después que su tío lo recibió y lo atendió como invitado, al mes de estar allí, le dijo que no lo iba a tener de balde, que debía ponerse a trabajar por un salario. El tío Labán salió gallito fino al lado de nuestro Jacob, Labán era tan negociante como él. El Señor lo había llevado exactamente a enfrentarlo a uno igual que él. Pudo engañar a su padre y a su hermano, pero a su tío, no. Tenía que trabajar y no estar de holgazán en ese lugar. Mi abuela decía que al mes, ya las visitas olían mal. El Señor permite enfrentarnos con gente igual qu

EL VERDADERO AYUNO: COME Y BEBE, PERO NO SALGAS DE TU CELDA

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¿Se complace Dios en nuestros sacrificios más que en nuestra obediencia? NO y mil veces NO. Ver 1 Samuel 15:22 La obediencia es más importante que todos los sacrificios que podamos hacer para Dios. Y uno de estos sacrificios que más practicamos para Dios, es el ayuno, entendiéndolo como dejar de comer. No estoy diciendo que no debamos ayunar, siempre y cuando esa sea la perfecta voluntad de Dios y siempre y cuando no sea para canjear con Dios algún beneficio propio.  Pero lo que más le agrada al Señor es nuestra OBEDIENCIA. Obedecemos a Dios en las grandes decisiones de la vida, le dejamos a Él tomar las riendas de los acontecimientos grandes; pero, ¿que hay de esas cosas pequeñas en nuestras existencias? Las decisiones más pequeñas de nuestra vida, por muy ínfimas que parezcan a los ojos de los demás y quizás a nuestros propios ojos, también deben ser pasadas por el filtro de la voluntad de Dios, como si fueran las decisiones mas trascendentales de nuestra vida. Para Dios esa

¿NEGOCIANDO CON DIOS? Por Adriana Patricia

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¿NEGOCIANDO CON DIOS? “Y he aquí, yo soy contigo, y yo te guardaré por dondequiera que fueres, y yo te volveré a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho” Génesis 28:15. Estas preciosas promesas las hizo Dios a la vida de Jacob, cuando aún él era carnal, cuando su vida del alma no había sido aniquilada, estaba huyendo de Esaú y rumbo a donde su tío Labán. El Señor ve no solo lo que debe hacer con nosotros, sino ve cuál será el resultado final, porque Dios lo que comienza lo termina y Él no descansará hasta que haya formado a Su Hijo en nosotros y nada de Adán quede en nuestras vidas. Él que comenzó la obra en nosotros, la perfeccionará “ Confiando de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesús el Cristo” (Filipenses 1:6). Dios nunca se equivoca, nosotros no somos confiables, Él si lo es; confiamos en Su fidelidad y en ella está puesta nuestra esperanza, porque si fuera por nosotros,