LA PODA DE NUESTRO BUEN VITICULTOR Por Adriana Patricia
"Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto" Juan 15:2 Después de ser conocida por el Señor a mis once años y comenzar a caminar con Él, nació un deseo muy grande de poder servirle y convertirme en una sierva de Cristo de por vida. Llegar a participar en el servicio (ministerio) del Señor embargaba mi ser de una manera especial; sin embargo, no sabía lo que esto implicaba. Tomar la obra de Dios y realizarla sin un entendimiento profundo de la obra de la cruz en nuestras vidas, es lo más perjudicial que puede hacer un hijo de Dios. El quebrantamiento es esencial en la vida de aquel que quiera ser un vaso útil en las manos de nuestro Rey. Podemos realizar un servicio para Dios porque sentimos que así debe ser, escuchamos nuestra voz y pensamos que es la voz de Dios o los líderes religiosos te dicen que es así, que debes servir al Señor; no obstante, solamente estaremos forzando las cosas y