BENDITO REGALO
En estos días me he enterado de las dolencias físicas de muchos amigos, de sus luchas con su salud o con la salud de algunos de sus familiares, enfermedades delicadas que los han incapacitado y los tienen en tratamientos y exámenes médicos. No son noticias alentadoras. Vivimos en un mundo en donde el dolor es evitado a toda costa, la enfermedad y el sufrimiento son vistos como algo negativo, como una especie de castigo de Dios, porque quizás la persona ha hecho algo muy malo; en cambio, la prosperidad y la salud son vistas como señales del favor de Dios. Y lo más triste es que en muchas iglesias estas mentiras son reforzadas. ¡Qué gran error! La prosperidad no es y nunca será una medida para nuestra vida, no es por lo que acumulemos o tengamos, es por lo que perdamos. “Cada aflicción por la que el Señor nos permite pasar tiene la huella de Cristo impresa, porque el Espíritu Santo a través de pruebas y tribulaciones forja a Cristo en nosotros. Solo por medio del quebrantamiento podrem