COMO EL LIRIO ENTRE LAS ESPINAS Por Adriana Patricia
Una
vez más el Señor me ha llevado por Su misericordia a escribir un nuevo libro; cuando
el Señor me hizo este llamado, acepté Su voluntad. Todo lo que el Señor ha
permitido en mi vida, ha sido con el fin de despojarme de todo lo natural; sin
embargo, mi Dios ha sido fiel en todo este proceso y Su mano nunca se ha
acortado.
Le
pido al Señor fervientemente que ustedes puedan leer este pequeño libro y allí
en cada página puedan ver la misericordia del Señor y el propósito de Él en
cada circunstancia de nuestras vidas. Y algún día, Dios pueda usarlos como lo
ha hecho conmigo, para contar todo lo que Cristo ha obrado en cada uno de
ustedes para lograr este propósito, si no es en esta vida, será en el día que
está por venir, y allí junto a muchos hermanos, podremos conocer el camino por
donde Dios los hizo transitar para que llegar a las profundidades de Él.
“Mas el Dios de toda gracia, que nos ha
llamado a su gloria eterna por Jesús el Cristo, después que hubiereis padecido
un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, confirme, corrobore y establezca” 1
Pedro 5:10
“Porque tú nos
probaste, oh Dios; nos afinaste como se afina la plata. Nos metiste en la red;
pusiste apretura en nuestros lomos. Hiciste subir varón sobre nuestra cabeza;
entramos en fuego y en aguas, y nos sacaste a abundancia (nos sacó a una vida de Resurrección)” Salmo 66: 10 – 12 (Negrilla añadida).
LO QUE OTROS DICEN…
No muchos días
atrás le comentaba a Patricia que el cristianismo no consiste en el lirio ni en
los espinos, sino que se trata del lirio entre los espinos… Ella me dijo algo
así: “¡Qué casualidad, ese es el título del libro que estoy preparando!”. ¡Pues
aquí lo tenemos! …
Patricia ahora
transciende o sublima las tinieblas del luto, el aroma de la mirra en
Getsemaní, las muchas sombras que la Cruz proyectaba en su primer libro y nos adentra
un poco más en la luz de la resurrección. El dolor y el sufrimiento ya han sido
sublimados en el altar y subido como olor grato al Padre, que ha respondido con
fuego de aprobación a su holocausto personal. Los claroscuros de la alborada
comienzan a dar paso a los claros de la mañana, que aún habrán de crecer hasta
la perfecta luz del mediodía; y, aunque el sabor agridulce de la Cruz no se
pierde nunca de vista, se transciende con mayor pujanza mediante el gozo de la
resurrección y la gloria de la victoria.
Al pedirme que le
escribiera una reseña de presentación me obligó a leer por tercera vez el libro
y mientras lo hacía entresaqué unos cuantos párrafos favoritos; sin embargo les
voy a dejar solamente con el regusto de sus líneas finales y del poema personal
autógrafo con el que Patricia echa el cierre. Sin duda será de mucha bendición
y animará a muchos a tomar esta senda, la única que merece la pena ser
recorrida: renunciar a todo y a todos para ganar el tesoro más precioso, que es
¡Cristo en nosotros, la esperanza de gloria!
¡Que lo disfruten!
“Así que mi hermano y hermana en Cristo, deja que mi Dios y tu Dios te lleve a los lugares más bajos, a la muerte de tu propia vida, para luego llevarte a los Lugares Altos, donde está Su misma presencia, a una vida de Resurrección. Él es un experto en todo lo que hace, nada le queda grande. Deja que Él te haga un Lirio en medio de las espinas. Déjate sembrar y deshojar completamente, hasta que Él te lleve a la eterna Plenitud de Su Hijo”.
Te anhelo, te busco y te encuentro
Te tengo a ti, ¿Qué más quiero?
Te tengo a ti, ¿Qué más deseo?
Te necesito, te pertenezco.
Al verte todo se desvanece a mi alrededor,
Al olerte puedo saber que tu olor
Es más exquisito que todas las flores del jardín,
Eres mejor que todos los amores que puedan existir.
Tus palabras son como la miel, yo quiero comerlas,
Que pueda colmarme de ti, solo tú me completas,
Hazme beber de ti, del agua que llena.
Cáusame la herida que será sanada por tu amor,
Resucítame con las marcas de la muerte
Producida por ti Señor
Que tú seas todo para mí
Adriana Patricia Lelìon Lozano
José María Armesto
Caldeiro
Marina Stendal
En este edificante
libro, la autora nos lleva hasta el lugar donde empieza el despojamiento. Si
queremos la vida del Señor en nuestra vida, es indispensable aceptar sus tratos
y procesos para que seamos hallados con ciertas características peculiares como
las que tiene el Lirio entre las espinas, y así, Él pueda tener Su
contentamiento contigo y conmigo porque estaremos destilando el aroma que es de
Su agrado.
Martha Cecilia Jaramillo
Si desea adquirirlo, por favor escríbame a este correo: fueradelcampamento@gmail.com o lelyon2003@hotmail.com
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