LUZ EN MEDIO DE LAS TINIEBLAS - UNA PALABRA DE FINAL DE AÑO Por Adriana Patricia
“… mas todos los hijos de Israel, tenían luz en sus habitaciones” Éxodo 10:23b
El año 2018 está por acabar, un año muy difícil para algunos de nosotros, un año de luchas, de situaciones muy estresantes y de duras pruebas. Muchos fueron diagnosticados con enfermedades graves, otros perdieron a sus seres queridos, crisis familiares, crisis económicas, dolores físicos, emocionales y muchas cosas más; sin embargo, podemos estar seguros de algo, es que en medio de toda la oscuridad que cayó a nuestro alrededor, hubo Luz, la Luz resplandeciente y Gloriosa de Cristo en nuestros corazones.
Dice Éxodo 10: 20, que el Señor endureció el corazón de Faraón para no dejar ir al pueblo de Israel, porque simplemente Dios los sacaría con Sus maravillas. Para los egipcios eran plagas, pero para Dios eran Sus maravillas.
Si algo he aprendido en mi caminar con el Señor, es que lo que para nosotros es una tragedia que golpea con fuerza las fibras más profundas de nuestro ser, para Dios es una oportunidad majestuosa de desplegar Su poder y mostrar Su Gloria en cada asunto de nuestra vida, por muy pequeño o grande que sea.
Dios fue el que endureció el corazón de Faraón, no fue el diablo, fue el mismo Dios misericordioso y maravilloso que amamos. Suena ilógico a nuestra mente natural, pero los caminos del Señor no son como los nuestros. Y si algo más he aprendido, es que a pesar de todo, Dios tiene el control de todas las circunstancias, por muy feroces que parezcan. Dios es Su infinita fidelidad sabe que tiene que pasarnos por todo esto, para que lleguemos al final de nosotros mismos y aprendamos a descansar en Él.
Dios le dice a Moisés que extendiera su mano al cielo para que cayeran tinieblas sobre Egipto y serían tales que cualquiera las palparía. Eran tinieblas sólidas, quizás causadas por algo en el aire o por una tormenta de polvo, dicen los historiadores. Todo quedó paralizado en Egipto, nadie podía hacer nada, Dios usó Su gran poder para que nadie pudiera hacer nada, el Señor tomó el control de la naturaleza para desplegar Su infinita potestad.
Las plagas pasaron de muerte a muerte, una tras otra. El mundo está lleno de tinieblas y son tantas, que las podemos palpar, por donde miremos hay solo oscuridad. En Egipto solo había muerte, en el mundo solo hay muerte. El dios de los egipcios Amón–Ra (el dios sol), quedó oculto ante sus ojos por tres días. Solo a través de Cristo tenemos Vida, Él es la Luz que resplandece en un mundo lleno de tinieblas.
Moisés extendió su mano hacia el cielo y el Señor envió densas tinieblas, tan densas eran que no se podían ver entre ellos; no obstante, los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. ¡Gloria a Dios! En medio de ellos había Luz y los demás estaban en tinieblas. ¡Qué fidelidad y misericordia la de nuestro Dios!
Las circunstancias difíciles que nos rodean son como densas tinieblas; sin embargo, la Luz del Señor ilumina nuestras vidas, mientras que todo es penumbra a nuestro alrededor, Su Luz refulgente ilumina nuestros corazones.
Nuestra confianza está en el Señor, no en nada ni en nadie más, nuestra esperanza está puesta en Dios, quien es Poderoso y que hace posible, lo imposible.
Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro. Mi socorro viene de parte del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra. Salmo 121: 1 - 2
Nuestro socorro viene del Señor, no de ningún gobierno, ni de los líderes religiosos, ni de nuestros recursos o nuestras capacidades, viene del Señor.
El dolor nos ha quebrado muchas veces, pero no nos ha destruido, porque Su Luz nos iluminó. Hermanos, no importa lo que pase, Dios es fiel y Su misericordia no se apartará de Sus hijos, no importa la densa oscuridad que se extiende sobre la tierra de aquí en adelante, Su luz ilumina nuestras vidas. Dios tiene que terminar de exterminar por completo la vida de Adán en nosotros para llevarnos a la medida de Él, pero recordemos que en medio de todo esto, Su Fidelidad no se agota, Su Luz no se apaga y podemos vivir seguros en Su Vida.
Que el Señor nos dé la fe de Él para saber que tendremos luz en nuestras habitaciones, porque Cristo es nuestra Luz. Pongamos nuestra confianza en Él, no importando lo que nos depare el próximo año.
Y les habló Jesús otra vez, diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida. Juan 8:12.
El SEÑOR es mi luz y mi salvación ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? Salmo 27:1.
Y ya para terminar quiero compartirles esta bella canción que ha sido un bálsamo a mi corazón y el Señor me ha ministrado muchas veces a través de ella, espero que ustedes también puedan ser ministrados también.
Que el Señor esté con nosotros en este año que comienza y que Su Gracia nos sostenga. Recordemos que Dios es perfecto y Su tiempo es perfecto. Que el Señor haga con nosotros como Él quiera.
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