UNA PALABRA DE CUMPLEAÑOS Por Adriana Patricia
Quédese quieto y sepa (reconozca, comprenda) que yo soy Dios. Salmo 46:10 versión AMP
Dios me sorprendió de una manera especial para este cumpleaños y no lo esperaba. Doy gracias a Dios por Su bondad, Su misericordia y todo Su amor inagotable para mi vida, Su paciencia ha sido infinita con una mujer que ha necesitado de Dios cada día.
Dios ha sido mi motivo de seguir adelante, cuando he querido tirar la toalla y no seguir escribiendo, Él me ha motivado a seguir haciéndolo, no por mí ni por nadie más sino por Él, porque Él es mi público de Uno. Dios es mi mayor apoyo en todo lo que hago, Él es la fuerza que me sostiene. Cuando siento esa paz que brota de mi interior sé que lo que estoy haciendo o escribiendo ha agradado a Su corazón y solo percibo que Su sonrisa se esboza en Su rostro.
El mundo no es estático, la vida sigue su curso, todo cambia, nada es igual y debemos ir al ritmo de esos cambios. Hace diez años estaba sufriendo un dolor, una pérdida, una gran tristeza y muchas incertidumbres llenaban el horizonte.
Sin embargo, hoy como cosas de la soberanía de Dios, diez años después, hay gozo en mi corazón por Su obra en mi vida, Dios me ha llevado a nuevos comienzos, ha traído cambios especiales a mi vida, obviamente siguen las incertidumbres ante las circunstancias, ante los tiempos que estamos viviendo; no obstante, hoy vivo más libre, más ligera, sin menos apegos, con mayor libertad, he aprendido a descansar en los brazos amorosos de Dios y en Su voluntad, Dios me ha llenado de una gran alegría, la alegría de saber que pase lo que pase Su amor nunca cambiará.
¿Qué pasará más adelante? No lo sé, he aprendido a vivir un día a la vez y a disfrutar el hoy que Dios me da para vivir, mi presente es más claro que hace diez años porque conozco más al Señor, Dios me ha revelado más de mi propio yo y ha estado haciendo una obra de transformación y seguirá haciéndola hasta el final de mis días, pero me siento más tranquila, más pausada, menos ansiosa, más descansada en la soberanía de Dios y en Sus tiempos para mi vida y para esta tierra.
Dios me ha restaurado de una manera poderosa, la profunda tristeza se ha convertido en alegría, no solo por Sus bendiciones, sino porque he aprendido a vivir en una continua renuncia, he aprendido a soltar, a dejar en el altar de Dios todas las cosas y eso me da la libertad y la paz que tanto deseé años atrás.
Hay muchas dificultades en el camino, pero mi corazón ha aprendido a descansar y a dejar todo en Sus manos. Confío más en Él, lo espero más en Él, soy más consciente de que todo es pasajero, que la felicidad absoluta solo está en una persona y que solo Él puede llenar los vacíos y satisfacer el alma de forma completa. Esa es mi libertad y mi felicidad, disfrutar de lo que Él me da con ese pensamiento en mi corazón trae paz a mi vida.
La vida es rara, es extraña y los caminos de Dios son misteriosos, intentar entenderlos es una pérdida de tiempo, Él sabe lo que hace. Él tiene el control de todo y nada se le escapa de Su mano. Juzgar las cosas de acuerdo a nuestra mentalidad es inútil y desagradable a Sus ojos, dejar en Sus manos todas las cosas le da a Él la posibilidad de obrar y de que la gloria sea para Él y no para nosotros.
Su promesa para este cumpleaños fue “estad quieta y conoced que yo soy Dios”, y lo he visto en todas las cosas y en todos los asuntos de mi vida, nada ha sido dado por mi propia mano sino porque a Él le plació y porque así lo quiso. Dios ha trabajado en mi vida a Su manera y yo me he sentado a observarlo, como quien se sienta a ver una puesta de sol y ha sido asombroso.
Las promesas son dadas no por nosotros sino por Él, para darse a conocer y dar a conocer Sus caminos. Tratar de cumplir algo a nuestra manera y en nuestras fuerzas es inútil, pero aprender a esperarlo a Él vale la pena. Él cumplirá lo que prometió a Su manera, Él llevará el cumplimiento de los tiempos como Él quiera, no por nosotros, descansar en eso es nuestra victoria. No es con nuestros votos sino con Sus promesas que se llevarán a cabo todas las cosas.
Cristo tiene el control de cada circunstancia, de cada prueba, de cada problema, a Él nunca lo toma por sorpresa nada, Él es suficiente para responder a cada situación que se presenta y para la cual nosotros no estamos preparados.
He aprendido a confiar en Dios para las cosas pequeñas y para las más grandes, aunque no siempre es así y Dios me ha ayudado porque sabe que soy polvo, pero Él siempre ha estado ahí, Él lleva todo el peso de las circunstancias, pues Su vida es ilimitada y Su fuerza no tiene fin. Él se preocupa por mí, Él ha sido mi paciencia, mi autocontrol en situaciones que podían sacarme de casillas. Cada debilidad y cada necesidad nuestra son la oportunidad para que Dios muestre Su poder y de que Cristo se revele en nuestras vidas.
Hoy puedo descansar en ti Señor, pues conozco que eres Dios por encima de todas las cosas. Gracias por este cumpleaños número…
¡Salmo 46:10! es mi versículo lema desde hace muchos años!
ResponderEliminar¡Muchas felicidades! Y de regalo este otro que le sigue en mis preferencias:
Isaías 30:15, Porque así dijo Yahweh el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
José y Piedad
Gracias Chema por ese saludo tan especial y ese versículo que se sumará a mis favoritos. Un abrazo gigante
Eliminar