AMOR DESBORDADO
Cuando comencé a escribir Amor Desbordado, no tenía claro el nombre del libro, ni sabía el curso que iba a tomar, sabía el tema, pero lo demás no. Así que, descansé en el Señor hasta que Él me guiara en todo y así lo hizo; y en la cuarentena por el Covid me dediqué a escribirlo.
La carátula es hermosa y su diagramación interior es sencilla y fresca, gracias a Brenda Bustacara y Martha Jaramillo.
Escribí este libro porque veía la necesidad de comprender el amor de Dios de una manera más profunda; la gente a veces se pregunta dónde está el amor de Dios cuando suceden cosas difíciles, cuando ven tanta maldad y cuando experimentan tragedias en sus vidas. Este libro podía llenar estas preguntas. Yo he experimentado el amor de Dios en mi vida de una manera vívida, y de alguna manera quería trasmitir aquello que he conocido con el paso de los años.
Sin embargo, no es un libro acerca de mí, no tiene testimonios personales, ni anécdotas vividas. El Señor decidió que me centrara en unos personajes, que a la postre son como nosotros o podemos identificarnos con ellos de alguna manera. No obstante, en este relato desgarrador puedo ver plasmada mi propia experiencia con el Señor, mis dificultades, mis preguntas sin respuestas, mis infidelidades hacia Él, su misericordia conmigo, los tratos que he tenido que pasar, mi lucha con el amor y el perdón hacia los demás, y muchas cosas más. Mi corazón se desgarró en cada página.
Tampoco es un libro de pasos para llegar a conocer el amor de Dios, no es un libro de doctrinas o de filosofías, ni mucho menos motivacional.
Es un libro escrito de forma diferente a lo que has leído de mí. En un bello intercalamiento de personajes que traza la narración de forma armónica. Una historia que danza entre el tiempo y el espacio. Es una bella combinación de no ficción y ficción basada es una minuciosa investigación histórica y cultural de la época, y de las costumbres del matrimonio, en medio de todo el trasfondo espiritual. Un libro acerca del amor de Dios basado en la historia de Oseas y Gomer, y llevada hasta nuestros días, hasta nuestro corazón. Un libro lleno de detalles que merecen ser descubiertos uno a uno para conocer el amor de Dios y para confrontarnos a nosotros mismos en nuestra relación con Él y con los demás.
Es un libro que, a través de estos dos personajes, revela el amor ilimitado, inagotable, desbordado de Dios de una manera desgarradora y real. El pueblo de Dios se verá reflejado en estos dos personajes, podrá ver el grandioso amor de Dios y querrá experimentarlo de una manera más profunda. Entenderá muchos de los tratos de Dios con su vida. Este libro es una invitación a conocer el corazón de Dios.
Este libro puede ser de mucha bendición a sus vidas. Si ya lo leíste y te gustó, podrías recomendarlo a quienes consideres que deberían ser bendecidos con su lectura.
Aquí un extracto:
Antes de que el amor gane la batalla y sea duradero y paciente, tiene que sufrir, esperar mucho, soportar, resistir el ser ignorado. Es el amor sufrido de Dios lo que nos ha ganado, su paciencia infinita, su tolerancia absoluta, su espera insistente. Es un amor que conquista, que persevera, es un gran y tremendo amor. El amor de Dios vence cualquier cosa, vence el desamor, el odio, el rencor, la ira, el egoísmo, los celos, la envidia, las viejas heridas y todo lo demás.Hay gente que no vale la pena de amar, no merece nuestra dedicación, nuestra confianza, pero Dios nos provee de su amor para amarlos a pesar de todo. Ese amor que perdona todos nuestros fracasos, es ese mismo amor que se quiere establecer en nosotros para que amemos y perdonemos de todo corazón, no importa lo que nos hayan hecho o dicho.El amor puede ver todo lo malo del ser amado porque no es ciego, pero trasciende todo eso, aun a las cosas más extremas.El amor es persistente, no se cansa, no se rinde, el amor domina todo el ser, es paciente y firme, ya que continúa a pesar de todo lo que tenga que enfrentar y soportar, el verdadero amor es un amor extraordinario y es apasionado.La prueba indudable de nuestra relación con Dios es el amor. No hay mayor muestra del amor de Dios en nosotros que el amor y el perdón a los demás. Podemos saber de muchas cosas, pero sin amor no somos nada.
Puede darle clic a este enlace, si deseas conocer las distintas reseñas del libro, una muestra gratis y la forma de obtenerlo.
Pedimos al Padre de las Luces que ilumine al Cuerpo de Cristo a través de estas líneas. ¡Besos!
ResponderEliminarAmén. Que así sea, Chema. Un gran abrazo. Besos también para los dos.
Eliminar