EL NUEVO ÉXODO Por Michael Clark, George Davis y Douglas Weaver

CAPÍTULO 10

SEGUNDA PARTE


¡Elvis ha abandonado el Edificio!


Hay una historia que cuenta que en un concierto de Elvis Presley, la multitud estaba sentada esperando que Elvis volviera para cantar otra. Vitoreaban, hacían palmas y gritaban, “¡Otra!, ¡Otra!” pero Elvis no aparecía. Finalmente saló el presentador al escenario y dijo las palabras hoy día famosas y frecuentes, “¡Elvis ha abandonado el edificio!”

¡Jesús ha abandonado la casa! Los que permanecen dentro de la casa discuten sobre la Biblia, y hacen doctrinas que puedan usar para atar unos a otros, intentando pisarse unos a otros mientras discuten quién debe ser el primero. Y mientras tanto, alaban a Jesús y dicen, “¡Otra!, ¡Otra!, ¡Envía un avivamiento a nuestra iglesia!”. Son como Caín. Con una mano hacen sacrificios a Dios y con la otra se levantan matándose abiertamente la vida espiritual unos a otros a través del control.

Hoy día, Los hombres y mujeres de la iglesia claman por títulos y reconocimiento en lugar de buscar el título y la posición que Jesús ha permitido… el título de… ¡doulos!

“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo (doulos); como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

¡La palabra traducida por “siervo” en el versículo de arriba significa eso exactamente!

Mira de cerca su significado:

Doulov doulos {doo’‐los}

1) Esclavo, siervo, hombre de condición servil
1 a) esclavo, siervo, hombre de condición servil
1 b) metaph, el que se entrega a la voluntad de otro.
Aquellos cuyo servicio es usado por Cristo para extender y avanzar su causa entre los hombres.
1 c) entregado a otro ignorando sus propios intereses

¿Puedes encontrar títulos de estima aquí? ¿Y vestiduras de los “hombres santos”? ¿Púlpitos y plataformas elevadas? ¿Casas bonitas, coches buenos? ¡Con toda certeza deben estar dentro de esta definición! Hmmm.

“¡Someteos, Someteos!, claman ellos”

Los que quieren ser conocidos como los líderes dentro de la casa quieren que te sometas a ellos y a su liderazgo. Como Jesús dijo de los fariseos, “Bien hacéis en hacer como os dicen, pero no hagáis lo que ellos hacen. Porque dicen una cosa y hacen otra”. Si los “líderes” que quieren que los sigáis y os sometáis a ellos son realmente esclavos junto con vosotros, si están verdaderamente entregados a la iglesia ignorando sus propios intereses, si se entregan a vosotros en vuestras necesidades y al mismo nivel, en lo espiritual y en lo temporal (por cierto, eso fue lo que hizo exactamente el famoso apóstol Pablo), cabe la posibilidad de que Cristo more en ellos y entonces podréis seguir su ejemplo y hacer como ellos hacen. Pero si esa persona es exigente y controladora y su actitud es la de “debes reconocer quien soy yo en esta iglesia” o “yo soy quien manda aquí, tienes que hacer como yo diga porque yo soy uno de los cinco ministerios”, puedes estar seguro de que no hay un doulos y que éste no tiene lugar en el verdadero liderazgo de iglesia. ¡Lo que necesitan es arrepentirse!

¡Mira lo que precedía a las palabras de Jesús en el pasaje de arriba de Mateo!

Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante ély pidiéndole algo.

El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. (Mateo 20:20‐24)

La búsqueda de la posición… es tan de iglesia, pero beber su copa no. Fíjate que ella pidió a Jesús que ordenara que sus dos hijos recibieran posiciones elevadas. ¡No lo hizo entonces ni ahora tampoco ordena Jesús que nos sometamos a los que les gustaría ser como los reyes de los gentiles en la iglesia hoy día! Si vas a sacar algún pasaje del Nuevo
Testamento que diga que el laicado debe someterse al clero, entonces deberías sacar tu concordancia y buscarlo. Nosotros ya lo hemos buscado y muchos de estos pasajes han sido traducidos incorrectamente para dar poder al rey de forma que las masas pudieran ser controladas y gobernadas por medio de los obispos de las iglesias. Incluso muchas de las nuevas traducciones prosiguen con las tradiciones de la Biblia King James. Amigos, esa clase de autoridad vertical no se encuentra aquí, y ni tampoco pertenece a la ekklesia de Jesús, el siervo de todos.

Mira el versículo veinticuatro. Cuando te encuentres con esa clase de supuestos líderes que exigen personas para someterlas a ellos y posiciones y títulos para poder gobernar la ekklesia de Dios, lo que queda es conflicto e indignación. ¿Quieres que la gente te siga? Entonces arrepiéntete de tu mentalidad de enseñoramiento, sal de la casa, mézclate con las masas de ovejas perdidas y simplemente, sé una más entre ellas. Así es como Hudson Taylor comenzó en China. ¡Así es como David Wilkerson comenzó en la ciudad de Nueva York y mira lo que sucedió! Así es como una muchacha inglesa de dieciocho años llamada Jackie Pullinger Tu comenzó en Hong Kong hace veinte años sirviendo a los drogadictos y prostitutas en la vieja ciudad amurallada. De lo que hemos podido aprender, la Madre Teresa tenía el Espíritu de Cristo y estaba caminando entre las multitudes desheredadas de Calcuta. Nunca fue lo suficientemente buena para vendar las heridas de un leproso o para cambiar pañales. Quería estar donde estaba Jesús.

Así es como comenzó Jesús y también acabó la carrera en Israel, caminando entre las masas sin reconocimiento en el sistema de iglesia de hace 2000 años. Fue crucificado entre dos ladrones. No necesitaba un título. Murió con una placa que decía, “Rey de los Judíos”. “¡Bendito sea el Hijo de David!”, clamaban. “¿Es él el profeta?” ¡La gente LE decía quién era! ¡Haz tu labor! ¡Al infierno todos los sistemas jerárquicos de los hombres! De ahí es de dónde salió todo esto, ¡Que vuelva ahí mismo! ¡No te aferres a ello… o descubrirás que vas camino de su mismo destino!

Quiero compartir una nota pequeña que me dio una hermana con la visión por los ochlas que todo verdadero doulos de Dios debe tener y que es salir de la casa para hacerlo:

“¡Amén, hermano! Tenemos que ir donde está la gente. Estoy tan cansada de calentar un
banco. Bueno, no puedo hacerlo más. Sería pecado. Mientras estaba en las Filipinas, caminaba por el mercado, inundado de gente. Toda clase de gente y yo pensé, “Así es como era en los días de Jesús. Gente sucia y pobre, ciegos y cojos, junto a las prostitutas y los homosexuales pasando a tu lado. Y yo podía sentir a Jesús. Y pensé cómo Él pudo alcanzar a todos ellos y sanarlos. Por favor, orad por mi cuando venga a este lugar y trate de hacer las obras de Cristo”.

Puedes creer que mis oraciones están con alguien así. ¡Así que salid ahí fuera y mezclaos, amigos! Jesús todavía está en esta tierra y quiere usarte para amar a los perdidos, a los enfermos y a los desheredados heridos que temen oscurecer las puertas de una iglesia en la que pueden volver a ser heridos. Lo que hagáis a uno de estos pequeñitos, a Él lo hacéis.

“Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquél, respondiendo, dijo: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODAS TUS FUERZAS, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita,
llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo. (Lucas 10:25‐37)

En Resumen

¿En que punto terminó la Reforma? ¿Cuál es la fecha de su final oficial? ¿Cuándoalcanzamos la restauración de todas las cosas? ¿Es que no hay necesidad de más cambio?

Aunque muchos grupos sectarios consideran que la reforma terminó con su movimiento denominacional en concreto, lo cierto es que la Reforma no ha terminado aún. ¡Continúa!

Avanza en un progreso que comenzó de hecho inmediatamente después de la caída de Adán y Eva.

La cuestión es, ¿seguiremos el ejemplo de los santos que nos han precedido? ¿Haremos como ha hecho Dios y abandonaremos el viejo orden del templo? ¿Saldremos a encontrarnos con Él en fe como hicieron Abraham y Melquisedec? ¿O haremos como hicieron los ancianos de Israel, aferrándonos al viejo orden de adoración, inclinando nuestro cuello y resistiendo a Aquel que viene a guiarnos a Su Luz admirable? ¿Iremos a Él? ¿Sufriremos Su vituperio fuera del campamento? ¿Escucharemos, como Abraham, el llamado de Dios? ¿Abandonaremos todo lo que rehúse expresar Su gloria para buscar esa ciudad que sólo Él puede edificar? ¿Creeremos las palabras de Jesús y buscaremos solo la economía del Reino de Dios, rechazando al dios mamón? ¿Dejaremos que el Espíritu Santo nos guíe a través de esta mezcla profana que ha llevado a la iglesia a su condición actual de impotencia?

¿Estamos llamándote a seguirnos en un Nuevo Éxodo? ¡No definitivamente! ¡Nosotros no somos los libertadores de nadie! Como Juan en el desierto rehusó tomar un título para si mismo, sino que cuando fue presionado por los líderes Judíos, dijo, “Soy la voz de uno que clama en el desierto, diciendo, enderezad los caminos del Señor”, ése es nuestro llamado y exhortamos a los fieles de Dios a moverse otra vez libremente y a obedecer el llamado de Su Espíritu.

Jesús—el profeta como Moisés, sigue hoy llamando. Sigue liberando a los cautivos. Él sigue diciendo, “Seguidme”. Él está dirigiendo el gran éxodo final y los que salgan a Él, una vez más se encontrarán fuera del campamento.

Dios siempre está llamando al hombre hacia una relación más alta con Él mismo en Cristo. Para que esto suceda, debemos estar dispuestos a dejar atrás todo lo que una vez amamos. Incluso las cosas buenas que Dios ordenó un día pueden estorbarnos si dejamos que adquieran más significado para nosotros que seguir al llamado de Su Espíritu. La naturaleza del alma del hombre en su necesidad de tener una ciudad permanente o incluso edificios para la adoración aquí en la tierra, ha resistido la dirección del Espíritu de Dios a lo largo de los tiempos. Dios dejó claro desde el principio que Su única casa espiritual era la hecha con piedras vivas, los que de verdad Le aman y Le siguen sólo a Él.

Os desafiamos a cada uno de vosotros a escuchar la voz del Espíritu de Dios en vuestro interior y a obedecerle a Él y no a las tradiciones de los hombres que mantienen cautiva a tanta gente. Haced solo aquellas cosas que Él os pida. Si Él dice que os quedéis, quedaos, pero si Él dice que salgáis a Él, entonces salid solo a Él. Hay un llamado continúo hacia arriba para los santos de Dios. A todos los que oigáis Su llamado, ¡Bienvenidos al nuevo éxodo!

“Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.” (Oseas 6:3).

Hasta aquí va este precioso libro, que ha sido de bendición a mi vida, espero que para usted también sea de mucha bendición y confrontación. Lo que nos debe motivar es Cristo mismo, no darle vida a un sistema que está esclavizando al pueblo de Dios para que no vayan directamente al Señor. El Señor está diciendo a este sistema como se lo dijo a Faraón: "Deja ir a mi pueblo, para que me sirvan en el desierto" Éxodo 7:16.

Que el Señor grabe esta palabra en nuestro corazón y se haga vida en cada uno de nosotros y salgamos a Él fuera del campamento y comencemos nuestro éxodo del sistema religioso denominacional de este mundo. 

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